Hoy os traigo una receta que a primera vista puede resultar infantil e inocente, pero que he decidido alegrar añadiendo dos ingredientes 'para mayores': cerveza negra y Bailey's.
Ahí va la receta:
Ingredientes
Para los pastelitos:
250 g de harina 00
75 g de cacao amargo en polvo
400 g de azúcar
2 cucharaditas y media de levadura
250 ml de cerveza negra
250 g de mantequilla
150 g de nata líquida
2 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Para la cobertura:
300 ml de nata para montar
300 g de queso crema
150 g de azúcar glas
Un chorretón de Bailey's
Elaboración:
En una cazuelita mezcla la cerveza negra y la mantequilla hasta que hierva. Retíralo del fuego y deja que se temple. Añade el cacao en polvo hasta que se derrita.
En un cuenco de tamaño medio, mezcla todos los ingredientes secos (harina, azúcar, y levadura) y conserva la mezcla para utilizarla después.
En otro cuenco, mezcla los huevos y la nata líquida hasta conseguir una mezcla homogénea.Puedes hacerlo tanto a mano como con una batidora eléctrica. Añade la mezcla de cerveza, mantequilla y chocolate a este cuenco, y después añade poco a poco la mezcla de ingredientes secos, hasta conseguir una masa húmeda y homogénea.
Vierte la mezcla en los moldes de magdalenas que quieras (yo he utilizado de dos tamaños diferentes).
Hornea a 180ºC durante aproximadamente 20 minutos (aunque el tiempo de cocción dependerá del tamaño de vuestros moldes).
Para la cobertura (o 'frosting' para los más modernos y entendidos), monta la nata hasta que esté firme, después mezcla el queso con el azúcar glas y un buen chorretón de Bailey's, y al final junta las dos mezclas con movimientos envolventes para que la nata no se baje. Mételo durante media hora en la nevera y ya estará lista para cubrir los pastelitos.
Espero que os animéis a hacerlo en casa y que me contéis qué os parece. Es una receta que gusta a todos, aunque sólo sea por lo bonita y lo resultona que queda en Instagram.
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