El reinado del pop es de Madonna. Beyoncé es la fiera mundial del escenario. A Adele le salen los Grammys por las orejas. El disco por año que publica Rihanna lo dice todo en cuanto a ventas. Sin embargo, Gaga y Perry tienen que luchar ahora por hacerse un hueco en el olimpo de las reinas del Pop. Y no es para menos: ambas han tenido entre sus manos récords propios de leyendas.
Perry, por ejemplo, ha superado el récord de números uno en EE.UU. extraídos de un sólo álbum con "Teenage Dream", su anterior disco; arrebatándole tal honor al mismísimo "Thriller" de Michael Jackson. Gaga, por su parte, es una fulminadora de récords en Internet. Vaporizó el récord de vistas con su vídeo "Bad Romance" en Youtube, y consiguió el mayor número de visitas en dos semanas con "Alejandro". También ha protagonizado récords de ventas reseñables, como el de ventas en el día de estreno con su album "Born this Way"; quitándole el podio a otra grande: Britney Spears.
La cercanía entre ambas es plausible (las dos están muy cerca en cuanto a seguidores de Twitter), tanto que ambas han basado la promoción de sus nuevos discos en el pique comercial entre las dos. Así, Perry anunciaba su single con fecha concreta, pero lo adelantaba hace unos días ante el riesgo de filtraciones. Gaga, para no quedarse atrás, ha hecho lo propio con el suyo y lo ha adelantado ante "una emergencia del pop" según dice ella misma en su Twitter.
Ahora, con las dos canciones en el mercado, se abre la batalla que durará buena parte de lo que queda de este año. De momento, la guerra la gana Katy Perry, coronando el número uno estadounidense en itunes y dejando en un triste segundo lugar a Gaga.
Sin embargo, en cuanto a lo estrictamente musical se refiere, Gaga se lleva la victoria. Su nuevo single, "Applause" no es el icónico "Just Dance" que dejó un cierto aroma a renovación del Pop de los 2000, pero se acerca. Es una pequeña evolución del estilo que escuchamos en "Born this way" pero con tintes dance del muy reconocido "The Fame", su primer álbum. Proyecta energía y vitalidad, lanzando el mensaje de que es ella quien maneja las riendas del pop actual. "La cultura pop está en el arte, el arte está dentro de mí, yo soy el arte". Ella vive por el aplauso, porque es estupenda y lo vale.
En cuanto a Perry no se puede decir lo mismo. Su single, además de anodino, es demasiado corriente. Parece un nuevo single extraído de "Teenage Dream". Es más, se asemeja demasiado a la canción homónima que da nombre a su anterior álbum. Se echa de menos a la Katy de "California Gurls" que parecía dar un soplo de aire fresco al mercado del pop. La canción parece un Bluff que se desinflará en días. Pretende ser la canción reveladora para adolescentes marginados en el instituto, cosa que ya pretendió con "Firework". Lo mejor: su Lyric Video:
La pelea aún carece de ganadora, porque estos asuntos se arreglan en la Billboard Hot 100, la lista estadounidense de éxitos. ¿Logrará Gaga invertir las ventas y escuchas? seguiremos informando del Roar contra Applause... una batalla no musical, sino más bien de estrategia comercial.
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