15 ago 2013

Burocracia, trabajos inventados y bocaditos de mentira


Papeles, fotocopias, certificados, firmas digitales, más papeles y un par de fotocopias más. Así se resume cualquier acto burocrático y es que para cualquiera de ellos, por pequeño o absurdo que sea es necesario tener como acompañante una mochila-carrito (de las que llevábamos cuando íbamos al colegio), para poder portar en ella toda la documentación que solicitan, la mayoría inservible.

En los últimos meses, me he visto envuelta en más de uno, de dos y de 28.000 de estos actos, pudiendo asegurar que mis brazos están más definidos tras llevar de un lado a otro tanta documentación. Pero bueno, al final me encuentro feliz después de haber dado trabajo a tanta gente si sí, pensadlo por un momento, desde el inicio: las fábricas de papel y su personal, los repartidores, las empresas de bolígrafos y material de oficina, las copisterías/reprografías, todo el capital humano que se encarga del cuidado y limpieza de estos lugares, la señora funcionaria que con su sello mágico compulsa DNI(s), la otra que se encarga de que los papeles estén a salvo en el estante de la oficina adecuado, los carteros y todo el servicio de Correos y así un largo etcétera.

Y no es ajeno este caso de los requisitos inservibles. Recientemente nos hemos inventado otros trabajos como el de los certificadosenergéticos para las viviendas en venta y alquiler emitidos por técnicos en posesión de titulación habilitante (arquitectos o ingenieros) y que de no disponer de esta acreditación en el momento en que se realicen una de estas transacciones, el propietario puede verse envuelto en una broma en forma de sanción que oscila entre los 300 y los 6.000 euros. Así sin más, desde el 1 de junio tienes que correr y desembolsar cierta cantidad (aleatoria pues depende del profesional) para cualquier proceso de compraventa o arrendamiento. Mientras tanto, me pregunto cual es la finalidad, ¿no se supone que la vivienda debería contar ya con ello? La única explicación es que se busca crear trabajos, mantener a la gente ocupada, nuevas misiones que hagan sentirnos útiles en nuestro día a día.

Por otro lado, paradójicamente, aparecen noticias como aquella que habla de la primera hamburguesa artificial, carne elaborada a partir de células madre extraídas de vacas teniendo como fin el 'bienestar de los animales' y al mismo tiempo paliar los efectos de la industria de la ganadería que según el patrocinador principal del proyecto, Sergey Brin, cofundador de Google, y Post, el científico que ha desarrollado la idea, genera un 20% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta, más incluso que el sector del transporte.

Muy bonito todo, pero ahora es donde surgen cuestiones que se contraponen de alguna forma a las primeras líneas de este, llamémosle artículo, ¿Qué ocurrirá con el sector ganadero que ya de por sí presenta una crisis crónica? ¿Qué será de los pastores, vaqueros, con las fincas y la tierra? ¿Y con todas las familias que depende de esta industria?

Contradicciones de la vida que por una lado, en el mundo del papeleo nos hace perder tiempo en realizar actos inservibles, en gastar parte de nuestra vida fotocopiando papeles que en días estarán rotos en la basura (¡Ey! Son ganancias para la los fabricantes de bolsas de plástico y basureros) y al mismo tiempo nos siguen quitando parte de esa vida, esta vez dejando sin trabajo a personas y dándonos de comer bocaditos de mentira.

Es evolución. No digo más.


Nota: Sé qué tendré una charla dilatada con mi prima y su marido, ambos ingenieros. Os explicaré mi teoría de una forma más detallada en casa.

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