El
verano llega a su fin, comienza la vuelta a la rutina, vuelve el frío y nos
despedimos de aquellos días largos, el calor, y las series veraniegas. Aunque
son, únicamente dos, las que han conseguido elevarse en la categoría de
favoritas para los telespectadores y ya es difícil pues son muchos los estrenos
que cada verano vienen del otro lado del charco.
La primera
de ellas Devious Maids, una serie que bebe directamente de Mujeres Desesperadas,
algo evidente ya que contamos con el mismo creador, Marc Cherry, y además, con
una de las exprotagonistas del exitoso cuarteto, Eva Longoria, quien participa
como productora, y no podía ser otra, pues la esencia de Gabrielle Solís se extiende
a lo largo de toda la serie.
En esta
ocasión, nos trasladamos a Beverly Hills, donde se emplaza la historia, y el
núcleo principal de la serie serán cinco mujeres latinas encargadas del
servicio y que serán amigas entre sí. Carmen, quien pretende llegar al éxito
musical, gracias a la posición de sus jefes; Rosie, trabajadora, leal y
servicial, que únicamente busca la forma de traer a su hijo a América con ella;
Zoila, que lleva trabajando desde su adolescencia para la misma familia y a
quien acompaña su hija, Valentina, que también trabaja para la familia, aunque
no es más que la típica adolescente “pobre” que se enamora del típico niño
rico. Y por último Marisol, que aparecerá en extrañas circunstancias y rodeada
de una nube de misterio.
El hilo
principal, no se separa mucho de Wisteria Lane. El misterio y los secretos
serán una de las claves principales de la serie, algo que queda bastante claro
desde el capítulo piloto en que Flora, una de las criadas de uno de los
matrimonios adinerados, aparece muerta en la piscina en mitad de una fiesta.
Pero a
pesar de esta trama de thriller y suspense tiene muchos puntos de comedia. Además,
el uso generalizado del spanglish y el tema de los acentos es algo por lo que
la serie merece verse en V.O.
Y aunque aún le queda largo recorrido para convertirse en la nueva Mujeres Desesperadas, yo ya le he dado la oportunidad y espero que nos sorprendan con una buena segunda temporada.
Por
otro lado, otra de las triunfadoras ha sido una que casualmente también va dirigida al público
femenino: Orange is the new Black.
La serie lanzada por Netflix, y que también ha llegado a nuestros corazones, cuenta la historia una cárcel estadounidense femenina, y aunque es algo inusual, a pesar de ya haber sido una temática tratada más veces en televisión, es algo que termina atrayendo, como sucedió en su época con Oz, aunque desde el principio de la serie quieren diferenciarse. Hasta tal punto que en uno de los diálogos dicen: "Esto no es Oz".
A pesar de parecer un auténtico drama, y de que en cada capítulo suelen contarte el pasado de muchas de las presidiarias y de por qué han terminado allí, sinceramente, es una serie con la que no puedes parar de reírte.
Basada en la novela homónima autobiográfica de la escritora Piper Kerman, la historia se centra en el personaje de Piper que llega a la cárcel por errores cometidos en el pasado, tras su condena y apoyada por su prometido, decide entregarse y cumplir la pena en la cárcel, es en este momento cuando irá descubriendo a los personajes con los que convivirá, a cada cuál, más disparatado. Y es en la prisión donde volverá a encontrarse con la que fue su pareja, Alex, una narcotraficante que trataba de introducir grandes cantidades de heroína en diferentes países, utilizando a chicas jóvenes y ricas como mulas y por quien había sido condenada.
Todo esto entremezclado con las historias entre ghettos, personajes carismáticos, los flashbacks de las reclusas, la buena fotografía, y sobre todo una técnica narrativa impecable, hacen que sea una serie perfecta, y para la que, por suerte, ya contamos con una segunda temporada contratada, que seguro que volverá a enganchar y a sorprender.
Así, se convierte en una serie de visionado obligatorio, porque se muestra una cruda realidad existente en el sistema carcelario estadounidense, porque las protagonistas son mujeres reales que no han tenido cabida en las pantallas, porque a pesar de todo el drama, no te dejan con un mal sabor de boca, ya que ante todo es entretenimiento y comedia. Y también, por qué no decirlo, porque el opening es genial y la canción la interpreta Regina Spektor
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